De
los visigodos no conocemos restos en el municipio, pero su presencia
sería constante en el topónimo “Romanillos”,
que algunos les atribuyen.
Medinaceli fue nombrada la capital de la Marca Media del
Califato en el 975 d.C., base de partida de campañas
como las de Galib y Almanzor contra los reinos cristianos. Y el
itinerario habitual hacia la frontera se hacia transitando por la
antigua calzada romana en cuyo margen esta el pueblo. Por otro lado,
la tradicional visión de la frontera del Duero como una zona
completamente despoblada esta hoy en entredicho, considerando que
al menos hasta la muerte de Almanzor -1002- había comunidades
que vivían en la zona. Posteriormente, el afán repoblador
de los reconquistadores cristianos , confirmado por datos arqueológicos,
justifican la presencia continuada, o casi, de pobladores en el
pueblo durante la Edad Media.
Las tumbas rupestres que se encuentran junto al
cementerio y a la Iglesia se excavaron entre los s. IX y XI, y por
lo tanto parece seguro el establecimiento de una comunidad mozárabe,
confirmada además por el propio nombre del pueblo: Romanillos,
pues los mozárabes también se auto denominaban “romanos”.
Por tanto, una hipótesis sería considerar que era
un pueblo habitado por cristianos en territorio musulmán,
provenientes por ejemplo de Medinaceli o simplemente dependientes
administrativamente de la capital de la Marca Media. Otra explicación
sería el establecimiento de una repoblación con mozárabes
en algún momento durante la reconquista. Al noreste del pueblo
se encuentra una solitaria tumba en una voluminosa piedra, hoy casi
tumbada, llamada la “Tumba del Gigante”, de proporciones
espectaculares. No tenemos referencias de una tumba rupestre de
un tamaño superior, así que porqué no visitar
la última morada del mayor individuo de la Edad Media.
El “valor añadido” que proporciona la
figura del Cid a los pueblos con los que tuvo relación,
también recae sobre Romanillos. Y es que los protagonistas
del episodio de la afrenta de Corpes transitaron por estas tierras,
amén de los compañeros de Cid llevando informes y
presentes al rey. A la entrada del pueblo, por la carretera de Medinaceli
un pequeño poste ilustra el itinerario descrito por Menéndez
Pidal.
El acceso al Casarón y en algunas partes de la roca contiene
restos de lo que pudo ser una fortificación medieval, con
sillería similar a la que se observa, por ejemplo, en los
muros de la Iglesia de nuestro vecino Mezquetillas, con posible
aparejo a tizón. . Esta característica constructiva
y el que estuvieran unidas mediante cal y cantos nos hacen datar
los restos en esta época.
El cuerpo de la iglesia de San Miguel se construyó
en los s. XII-XIII. Pero sobre la portada aparece un crismón,
del tipo oscense, que pudo pertenecer a un templo anterior. La existencia
de bases y fragmentos de columnas, reutilizados para la construcción
de muros de viviendas y la datación de las tumbas rupestres
certifican que el templo actual fue la continuación de otro
preexistente.
Después de que la Extremadura castellana, incluida la parte
de la provincia donde se encuentra Romanillos, gozara de una época
de amplia libertad política con los Concejos y las Comunidades
de Villa y Tierra, el Condado y después Ducado de Medinaceli
incluyó dentro de sus dominios al pueblo.
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